Pues sí. Un pequeño lujo. Una aventura arriesgada la de los amigos Pepe Garrido y Lourdes Pineda, que ha dado sus frutos.
El Aprendiz se ha hecho un sitio en Puerto Real, y ya es imprescindible. Un pilar de la vida cultural puertorrealeña (y ya era hora).
Celebran su primer cumpleaños con un puñado de atractivas actividades y golosos descuentos.
No os lo perdáis.
Venid la semana que viene a mi pueblo, que no hay problema para aparcar, y además, se cena de lujo en El Dorado, El Fogón del Guanche o en una nueva apuesta en la hostelería de la Real Villa, El Revuelo, un pequeño bar, con un maravilloso y sorprendente patio interior, pegadito a lo que era La Marina (ay, El Gordo, qué solitos y sin arroz con carabineros, nos has dejado...)
¡Disfruten!
¡Y a celebrar la vida y la lectura con El Aprendiz!
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