Paco Mármol es ante todo un buen amigo. Una persona sencilla, normal, pero con un mundo interior y una capacidad artística absolutamente increíbles.
Él ha sido un compañero de proyectos conjuntos, de ilusiones comunes.
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Y desde 2012, en la número 2 de la revista, hasta la número 4, ahora, en 2014, él ha estado detrás de un proyecto que ha ido creciendo.
Ha trabajado conmigo, mano a mano, en la editorial Dos Mil Locos Editores, poniendo todo de su parte para que mis sueños, los que también han sido suyos, se hicieran realidad.
Ahora, que su "misión" ha concluido, y que a la vista tiene otros proyectos, desde aquí quiero agradecerle en el alma todo lo que me ha entregado, porque sin duda, ha sido mucho, y lo que he aprendido de su trabajo, es impagable.
Aunque la aventura no terminará del todo. Seguiremos trabajando juntos, en alguna que otra locura. Y siempre contaré con él, como él sabe que cuenta conmigo. Siempre.
Aquí lo tenemos, uno de los hombres elegantes de este blog del buen vivir.
Conózcanlo, pues bien vale la pena.
1.- ¿Quién
es Paco Mármol? ¿Qué parece Paco Mármol? ¿Dónde y cómo está Paco Mármol?
Tres
preguntas en una, todo un reto; procuraré ser certero y responderlas todas.
¿Quién es Paco Mármol? pues, salvando cuestiones personales que poco
interesarían a nadie, creo que podría decirse que, básicamente, soy un creativo
que procura disfrutar con todo lo que hace. Soy, también -aunque quizás una
cosa lleva pareja la otra irremediablemente- un comunicador, que, sin saber muy
bien por qué, a veces siente necesidad de contar cosas a los demás. Y para ello
elige diferentes canales, según el momento, el tema, lo que tenga que contar,
pudiendo decantarse por el diseño gráfico, el dibujo, la música... ¿Qué parece
Paco Mármol? ésta quizás sea la pregunta que más trabajo me va a costar
responder, porque el parecer algo es una cuestión que depende de los demás más
que de ti mismo; tú le pareces algo a alguien, por lo que creo que casi que
habría que preguntarle a los demás qué les parece Paco Mármol y oír sus
respuestas. Y en cuanto a dónde y cómo está Paco Mármol ahora mismo no sé muy
bien qué contestar... espero estar con los pies en la tierra, sin perder de
vista las cosas que quiero y que más me importan (mi familia, mis amigos, mi
propia creatividad, la trascendencia o repercusión de las decisiones que tomo)
y, como decía la canción, confiando en que la vida no me sea indiferente,
porque eso debe ser lo más triste que puede pasarle a nadie, que todo cuanto le
rodea le traiga sin cuidado (y más aún en estos días, con la que está cayendo);
y respecto a cómo estoy, pues te diré que siempre procuro estar en un
permanente estado de atención a todo lo que está a mi alcance y que tiene
relación con mi trabajo. La formación es un proceso constante, siempre estamos
aprendiendo, formándonos y jamás podemos dejar de estar pendientes de las
novedades, las tendencias, las corrientes de más actualidad en el mundo de la
comunicación y la creatividad, pues si bajas la guardia te quedas en el camino.
2.- Tus
motivos para seguir. Tus colores, Tus formas.
Siempre hay
que tener motivos para seguir, aunque haya momentos en los que no los veas nada
claro. Cuando eres creativo, tienes que crear como una necesidad interior, casi
sin ningún motivo. En ocasiones algún amigo me pregunta qué voy a hacer con tal
o cual dibujo que acabo de terminar, interesándose por si acabará en alguna
exposición o algo parecido, y muchas veces contesto que no lo sé, que ese
dibujo, ese diseño, lo he hecho por el mero placer de crear, por el disfrute
que proporciona el proceso creativo. La creación -y tú lo sabes como yo- tiene
partes de placer y partes de sufrimiento, pero siempre supone una desconexión
de muchas circunstancias que te rodean en un momento dado. Cuando me pongo a
dibujar, casi que se paraliza todo a mi alrededor, solo estamos la hoja en
blanco, el bolígrafo, la música de fondo -siempre- y yo, nada más. Y entre la
concentración que requiere el proceso mismo del dibujo se cuelan reflexiones,
pensamientos, recuerdos, planes,... que consiguen que ese momento sea único,
exclusivo, solo para mí. Además, el mismo desarrollo del dibujo y ver cómo va
surgiendo el motivo elegido desde el fondo del papel en blanco es ya un placer
en sí mismo y, por tanto, un motivo de sobra para continuar. Siempre digo que
el día que deje de disfrutar con lo que hago, recogeré mis bártulos y volveré a
casa. Sin placer, no hay motivos.
En cuanto a
los colores y las formas, son muy relativas, pues cada proyecto pide algo
diferente en función de su propia naturaleza. Reconozco que soy un apasionado
del naranja y de las formas geométricas perfectas, principalmente el cuadrado y
el círculo, pero, evidentemente, no todo puede ser diseñado o comunicado
basándote en ese color y esas formas. Sí que es verdad que no soy partidario de
combinar demasiados colores en un mismo proyecto y que prefiero ser parco en
ese sentido -menos es más, ya se sabe-, pero también lo es que estoy abierto al
uso del color y la forma que cada proyecto pida para que comunique de la manera
más eficiente posible.
3.-
Referentes.
Mis
referentes son muchos y, sobre todo, muy diversos. Me inspiran y aprendo
muchísimo del trabajo de los creativos que tengo más cercanos, como los
diseñadores gaditanos Raúl Gómez o Pedro Álvarez, a los que admiro una
barbaridad, o del artista plástico José Antonio Chanivet, con el que comparto
una gran amistad de muchos años ya. Son gente que están cerca, con los que
comparto gustos, opiniones, con los que puedo hablar del propio proceso
creativo, consultar dudas incluso... y eso, evidentemente, tiene que influir en
lo que yo hago sin más remedio. Al margen de esto, podría dar muchos nombres,
unos más conocidos y otros más rebuscados, algunos más antiguos y otros más
contemporáneos, pero prefiero confesar que mis referentes los encuentro en todo
lo que me rodea, desde el diseño gráfico, las artes plásticas, la música o la
moda, hasta la arquitectura, el cine, la televisión, las revistas de
tendencias, la publicidad, internet... En alguna ocasión he comentado que lo
que distingue el trabajo de un creativo de otro es ese trasfondo que llevas
detrás, esa mochila donde acumulas todo aquello que te ha gustado, que te ha
llamado la atención en un momento determinado, y que se traspasa a lo que haces
cuando te pones a trabajar; las herramientas y las estrategias son las mismas
para todos y se adquieren en un proceso formativo que cada cual se hace a su
medida, pero ese poso referencial del que hablamos es el que va a hacer que tu
trabajo tenga un sello propio, especial, que puede diferenciarlo de los demás y
hacerlo claramente reconocible.
4.-
¿Domingos o viernes? ¿Inspiración o disciplina?
Viernes
a partir de las tres de la tarde, sin duda. Aunque no dejo de reconocer el
encanto que puede encerrar una soleada mañanita de domingo en primavera. Y en
cuanto a inspiración o disciplina, disciplina, por supuesto. Coincido con
Picasso en que la inspiración existe, pero que cuando aparece tiene que
pillarte trabajando, claro que sí. Es verdad que en nuestro trabajo hay una
dosis importante de inspiración, porque muchas veces es la misma naturaleza del
tema sobre el que tienes que trabajar la que pone tu mente a funcionar y, casi
desde el principio, reconoces las líneas principales sobre las que debe de
discurrir todo el proceso creativo, pero todos sabemos que no solo de
inspiración vive el creativo. La creatividad se educa, el ojo se educa y hay
que trabajar mucho, ver mucho, leer mucho, para entender verdaderamente en qué
consiste lo que hacemos cada día. El diseñador y amigo mío Alex Ahumada
comentaba en una mesa redonda sobre diseño gráfico que mucha gente se sorprende
cuando se da un precio concreto por un trabajo de diseño, por un logotipo, por
ejemplo; el problema está en que la gente piensa que el diseño es un producto
acabado que se entrega en una fecha pactada, un logotipo en este caso, cuando
en realidad el diseño es todo un proceso, largo en muchas ocasiones, que comienza
cuando la mente del creativo se pone en marcha, se busca documentación, se
realizan pruebas,... hasta que desemboca en ese producto que se había
encargado. Desde esa perspectiva, muy acertada, es fácil comprender que no todo
puede dejarse en manos de la inspiración.
5.- ¿Eres
prosa o poesía?
Soy mucho
más de prosa que de poesía. Y, ya puestos, de prosa breve, contundente, de
realismo sucio incluso. Cada vez me gustan más las cosas breves -no todo,
evidentemente-; si una peli se queda en 90 minutos, mejor que una que dura más
de dos horas. No obstante, también puedo ser de poesía, pero de un modo
diferente. No suelo leer un libro de poesía de cabo a rabo, sino que prefiero
tener libros de poesía por casa y encontrarme "casualmente" con un
poema abriendo el libro por una página al azar, consumirlo y dejar el libro
donde estaba y seguir con lo que tenía entre manos. De este modo, los poemas
que salen a mi encuentro son como píldoras que consiguen zarandear mi acomodada
percepción de la realidad que me rodea.
6.- Una
canción para crear.
¿Una sola?
Imposible. Ni siquiera podría decirte un solo grupo, un solo artista, ni
siquiera un solo estilo musical. La música siempre está de fondo en todos mis
procesos creativos, siempre, pero el estilo que elijo en cada ocasión depende
de muchas circunstancias: de cómo me encuentre de ánimo en esos momentos, de
cómo ha ido el día, de si te encuentras enganchado en esos días en un disco de
un determinado artista y no puedes dejar de escucharlo... Pero, como digo, la
música siempre está presente. Alguna vez he comentado que sustituiría el típico
colofón que se coloca al final de un libro o un catálogo, ése que indica
"este libro se terminó de imprimir tal día, festividad de tal y
cual", por otro que contara la música que ha sonado de fondo mientras se
ha estado gestando. Creo que aportaría una información añadida interesante y
que daría un matiz diferente a la obra que tienes entre manos; no es lo mismo
saber que ese libro que estás leyendo se maquetó mientras sonaba de fondo Win
Mertens o Ludovico Einaudi, que saber que lo hizo bajo los acordes del
Disintegration de The Cure o cualquier otro disco de The Smiths, por poner un
ejemplo.
7.- Tu
lugar.
Mmmmm,
pregunta complicada otra vez. Me recuerda una fantástica película de Adolfo
Aristarain, de 1992, titulada "Un lugar en el mundo". Todos debemos
de tener un lugar en el mundo, un lugar en el que, si no estamos, todo sería
diferente. Somos piezas en un tablero de ajedrez y cada cual se mueve según las
reglas marcadas -no voy a entrar en quién las marca-, pero me gusta pensar que,
como he dicho antes, si no estamos donde estamos, el mundo sería diferente,
mejor o peor, no lo sé, pero sí diferente. ¿Mi lugar en el mundo?, pues me
gustaría pensar que es el de una persona honesta, que camina sin deseos de
hacer daño a nadie, que ayudo a la gente que me rodea y que lo necesita, y que,
en el terreno creativo, hago aquello que me gusta por puro placer personal,
pensando, al mismo tiempo, que si con eso consigo que la vida de los demás sea
un poquito mejor, me daré por más que satisfecho.
8.-
¿Proyectos?
Siempre
tiene que haber proyectos. Y si no los hay, los inventamos. Personales, para
otros, de más o menos calado... No me veo sentándome en el sofá a ver la
televisión después del almuerzo y dejar que la vida me pase por encima. Y es
cierto que, a veces, sin darte cuenta, te embarcas en historias para las que no
estás preparado, que exigen una entrega, una dedicación, un ritmo más alto del
que esperabas, pero, bueno, sabes que, de una u otra manera, siempre estarás
implicado en alguna historia que te haga disfrutar. Si algo exijo a los
proyectos en los que participo es una elevada dosis de placer, disfrutar del
viaje, de la creación, del trabajo en equipo hasta que pones sobre la mesa el
producto del esfuerzo común; creo que jamás podría estar en una historia en la
que no disfrutara.
En cuanto a
proyectos concretos, ahora mismo no hay ninguno a la vista. Estoy colaborando
con José Alberto López rediseñando y maquetando su revista Cromomagazine, una
revista digital que dedica cada número a un color y que combina, en torno a ese
color elegido, obras de artistas plásticos con textos variados de diferentes
autores. Es un proyecto interesante, en el que colaboré hace tiempo en el
número dedicado al color verde, y que, a pesar de su interés intrínseco,
necesitaba de un diseño y una maquetación más acorde con lo que es un magacine
actual; en esos momentos no tenía tiempo de prestarle el apoyo que necesitaba
la publicación y no pude hacerlo, pero ahora sí que he podido hacerlo y ya
pueden verse un par de números con la nueva maqueta en
issuu.com (http://issuu.com/cromomagazine/docs/cromomagazine_morado y http://issuu.com/cromomagazine/docs/amarillo_paginas).
9.- Una
inquietud. Un sueño.
La verdad es
que no soy muy soñador. En lo personal, ver crecer a mis hijos de la mejor
manera posible, y en lo profesional, poder seguir haciendo lo que hago y
disfrutándolo como lo disfruto.
10.- Dibuja
a bolígrafo el futuro.
Pues no me
importaría nada que el futuro se dibujase a bolígrafo, pues es una técnica que
me está dando muchas satisfacciones últimamente. Sin embargo, reconozco que soy
muy digital, que disfruto mucho trabajando con las herramientas electrónicas
que hoy tenemos a nuestro alcance y que, supongo, en ese mismo futuro del que
hablamos, serán todavía más potentes. Sin embargo, la herramienta mejor de
cualquier creativo no depende de tecnología alguna, ha de estar en su cabeza y
en su corazón, pues del alma y la ilusión que ponga en cada uno de sus
proyectos dependerá en gran medida la calidad y valía de su trabajo.